7 Trampas a Evitar al Facilitar Actividades de Aprendizaje Experiencial con Jóvenes

Facilitar actividades de aprendizaje experiencial con jóvenes presenta desafíos y oportunidades únicos. ¿Cuáles son las trampas que debemos evitar? Muchas de estas lecciones son igualmente válidas al trabajar con adultos.


Evitar el Conflicto

  1. Formar un equipo no siempre es sencillo.
    Cuando los adultos forman equipos, suele aparecer un período de conflicto tras las primeras cortesías. Esto es natural y saludable, ya que permite establecer jerarquías y entendimiento mutuo. Es importante dar a los jóvenes la libertad de pasar por este proceso, aunque supervisado, para que no se salga de control.


No sofocar comportamientos “no útiles”

  1. Permite que los comportamientos naturales se manifiesten, sean “buenos” o “malos”.
    A menudo, como adultos responsables, sofocamos comportamientos que consideramos “no útiles” antes de que tengan impacto en la tarea. Solo dejando que los efectos de distintos comportamientos se desarrollen los individuos pueden comprender plenamente las consecuencias de sus acciones. Al sofocar estos comportamientos, eliminamos la oportunidad de que sus compañeros actúen. Y seamos honestos, un estudiante “mal portado” ya recibe correcciones a diario; ¿una vez más realmente hará la diferencia?


Integrarse demasiado al equipo

  1. Evita convertirte en el líder o solucionador de problemas del grupo.
    Si un grupo tiene dificultades y respondes a todas sus preguntas, pueden terminar dependiendo de ti para completar la tarea. Aunque la tarea se logre, el aprendizaje real del grupo se reduce. Mantener una distancia física razonable y recordar que tus intervenciones deben potenciar el aprendizaje ayuda a mantener una separación saludable.


Corregir errores demasiado rápido

  1. Permitir que los jóvenes cometan errores es clave para aprender.
    Algunas tareas experienciales son simples, otras muy desafiantes, pero elegir la actividad adecuada permite que el grupo se esfuerce. La experimentación y resolución de problemas son fundamentales: los jóvenes sufrirán retrocesos y disfrutarán de los avances. Esto hace que los logros finales sean mucho más satisfactorios.


Centrarse solo en lo negativo

  1. Evita enfocarte únicamente en errores y fracasos.
    Es fundamental mantener y desarrollar la autoestima durante el proceso de aprendizaje. Señala los éxitos en los enfoques individuales y ayuda a que todos comprendan cómo y por qué se lograron. Luego, equilibra estos éxitos identificando áreas de mejora y explorando debilidades.


Resolver los problemas por ellos

  1. No resuelvas los problemas del grupo, guíalos para que lo hagan ellos mismos.
    Si un grupo se frustra y pierde interés, puede ser tentador intervenir y “empujar” la tarea. Sin embargo, es más efectivo tomar un tiempo para ayudarles a identificar lo que está fallando y por qué. Cada solución que ofreces es una oportunidad de aprendizaje perdida. Técnicas simples como dos minutos de reflexión, discusión guiada o preguntas clave suelen ser suficientes para que el equipo avance y aprenda.


Imponer nuestra mentalidad

  1. No limites su creatividad imponiendo tus ideas de “correcto” o “incorrecto”.
    Los jóvenes tienen mentes extraordinariamente creativas. Debemos resistir la tentación de imponer nuestras preconcepciones sobre las soluciones que inventan. MTa utiliza las mismas actividades para desarrollar creatividad tanto en niños como en adultos.


Para más consejos sobre facilitación, lee el resto de nuestra serie de guías de expertos.

Si deseas más información sobre el uso de actividades MTa con jóvenes, ponte en contacto con nosotros.