Más allá de las cuerdas - Principios para facilitar el aprendizaje experiencial

Más allá de las cuerdas explica 14 principios del aprendizaje experiencial.
El autor es Martin Thompson, fundador de MTa Learning.
El artículo fue publicado por primera vez en 2008.

A pesar de trabajar como facilitador de aprendizaje experiencial por más de 30 años y como desarrollador de actividades experienciales por más de 25, mi comprensión del tema está lejos de ser completa. Sin embargo, tengo claro que algunos de los principios fundamentales, que parecen sentido común, están lejos de ser práctica común. Permíteme explicarlo:

Principio 1: El participante es el centro del proceso en todo momento; el facilitador brinda un servicio al participante.
El éxito del enfoque experiencial de aprendizaje depende de los participantes. El facilitador debe entender que estos solo aprovecharán sus oportunidades si están listos, dispuestos y capaces de involucrarse personalmente en el proceso: deben desarrollar activamente su comprensión, cuestionar y evaluar los mensajes en su propio contexto, y trabajar para aplicar el aprendizaje adecuado.

Principio 2: Las personas pueden —y de hecho lo hacen— aprender sin facilitación.
Los participantes aprenden experiencialmente al reflexionar sobre sus experiencias, desarrollando percepciones y comprensiones personales mediante la participación intelectual, emocional y física. Esto puede (y a menudo sucede) sin ayuda externa. Un facilitador no es un requisito indispensable.

El aprendizaje experiencial implica que las personas trabajen las cosas por sí mismas y construyan su propia comprensión. Aunque una buena facilitación puede añadir gran valor, una facilitación inadecuada puede entorpecer en lugar de ayudar; los facilitadores no deben instruir, imponer conocimiento, prescribir ni dar consejos personales.

Principio 3: El facilitador debe crear oportunidades de aprendizaje y ayudar a otros a reconocerlas y aprovecharlas.
Esto implica crear un entorno adecuado, ofrecer una actividad que inicie el proceso, generar un ambiente propicio para una revisión crítica constructiva, guiar el pensamiento, asegurar que se lleguen a conclusiones significativas y que se identifiquen oportunidades de mejora.
La facilitación es un proceso complejo que requiere habilidades.

Principio 4: No se puede predecir qué aprendizaje obtendrá una persona de una actividad.
Dado que el aprendizaje experiencial es personal, diferentes individuos pueden obtener mensajes muy distintos de un mismo evento. Un ejemplo obvio es cuando alguien no escucha a otro: cada persona deberá entender su parte en la falta de comunicación, pero las causas pueden ser muy diversas y, por tanto, el aprendizaje de cada uno, muy diferente.

Principio 5: El aprendizaje puede darse en distintos niveles.
Trabajar el cambio de comportamiento es menos desafiante que abordar las razones de fondo. El facilitador puede alentar al participante a avanzar en una jerarquía:

  • Reconocer la necesidad.

  • Desarrollar la habilidad.

  • Desarrollar la confianza o autoestima.

  • Cuestionar y cambiar actitudes personales.

Principio 6: Desarrollar habilidades básicas en un entorno de apoyo es relativamente simple; cambiar el comportamiento diario es otra historia.
Es más seguro comenzar fortaleciendo la confianza del participante a través del éxito en el desarrollo de habilidades y pequeños cambios de comportamiento, antes de abordar aspectos más profundos como la autoconfianza o las actitudes hacia los demás.

Principio 7: Una actividad de aprendizaje es un medio, no un fin en sí misma.
El propósito de una actividad experiencial es crear una oportunidad para un aprendizaje personal valioso y memorable. La actividad debe cautivar, estimular y desafiar, pero no debe convertirse en lo más recordado, eclipsando el aprendizaje.

Principio 8: Una actividad efectiva ofrece oportunidades de aprendizaje con la menor cantidad posible de distracciones.
Actividades grandes, como ropes courses u otros desafíos al aire libre, pueden ser útiles pero también distraer del aprendizaje. Varias actividades cortas con sus respectivas revisiones suelen generar mayor impacto a largo plazo.

Principio 9: La revisión del aprendizaje es vital en cada actividad y debe planearse como parte del diseño.
La revisión debe involucrar activamente al participante mediante reflexión personal, cuestionamiento y discusión. Debe ser honesta y constructiva, sin encubrir problemas reales.

Principio 10: Recuerda aprender también de lo positivo.
No solo se aprende de los errores: revisar lo que salió bien, identificar sus causas y buscar cómo aprovecharlas puede ser igualmente valioso.

Principio 11: La revisión es una oportunidad para que los participantes, con ayuda del facilitador, desarrollen su propia comprensión y conclusiones.

Principio 12: No le digas a la gente qué debe aprender.
El facilitador debe guiar mediante preguntas, nunca imponer análisis o interpretaciones, ya que el aprendizaje debe ser propiedad del participante.

Principio 13: Cree en los participantes: ellos pueden y harán que el aprendizaje experiencial funcione para ellos.

Principio 14: Olvida tu ego. Tu éxito es que otros aprovechen su aprendizaje personal.
El rol del facilitador es ofrecer oportunidades, muchas de las cuales quedarán sin uso o poco valoradas. Sin embargo, de vez en cuando surgen consecuencias profundas que van más allá de lo que se pudo imaginar.


Cómo empezar

La mejor forma es intentarlo: vive el proceso. Reúne a un grupo dispuesto a ser “conejillos de indias” y prueba una actividad simple y comprobada. Puedes haber vivido alguna que puedas replicar, pero si no, explora www.mtalearning.com para conocer las actividades experienciales que he desarrollado.

Recuerda:

  • el aprendizaje experiencial debe ser estimulante y desafiante para todos,

  • revisa y aprende también de tu propio proceso de facilitación,

  • la facilitación efectiva es compleja y ofrece un camino de aprendizaje y satisfacción de por vida.

Disfrútalo.


Grupo de participantes en un MTa Masterclass mostrando orgullosos sus certificados, reflejando su progreso en el desarrollo de habilidades de facilitación.