¿Qué es el Aprendizaje Experiencial? (¡Y otras preguntas frecuentes!)

La definición de MTa de Aprendizaje Experiencial es:
“desarrollar la comprensión personal, el conocimiento, las habilidades y las actitudes a través del análisis y la reflexión sobre la actividad”.

En esta definición, “Actividad” puede incluir desde una persona explicando una idea o completando una tarea sencilla, hasta interacciones grupales altamente complejas que implican una amplia gama de atributos mentales y comportamientos.

El Aprendizaje Experiencial a veces también se denomina activity based learning o active learning.


¿Qué tiene de bueno el Aprendizaje Experiencial?

  • Es un proceso activo que involucra al participante, no un proceso pasivo que simplemente le ocurre.

  • En el Aprendizaje Experiencial, la experiencia es la base para aprender, mientras que el análisis y la reflexión cuidadosa de esa experiencia son los que desarrollan el aprendizaje.

  • Se anima a las personas a descubrir por sí mismas; son guiadas hacia y a través de su aprendizaje en lugar de ser “enseñadas”.

  • El aprendizaje que desarrollan los individuos es apropiado y relevante para ellos: se asume implícitamente que no existen “formas correctas de pensar”, “reglas fijas” o “comportamientos perfectos” que todos deban memorizar y aplicar.

  • El aprendizaje despierta un compromiso personal: el participante está en el centro del proceso, es su aprendizaje.


¿Es el Aprendizaje Experiencial una moda pasajera?

No. Usar un enfoque experiencial para aprender es innato: todos nos hemos beneficiado de este método en innumerables situaciones (piensa en cómo aprendemos a hablar o caminar). Es un enfoque probado y comprobado que puede utilizarse en todo tipo de contextos, con personas de cualquier edad, nivel educativo, experiencia, capacidad, origen o cultura.


¿Cuáles son los beneficios del enfoque experiencial?

El Aprendizaje Experiencial está centrado en el participante, es decir, se enfoca en las necesidades de aprendizaje del estudiante y no en las de un profesor o formador. Gracias a ello, resulta más fácil para la persona:

  • comprender y asimilar lo aprendido,

  • relacionarse con ello y valorar su utilidad,

  • vincularlo con su situación personal,

  • comprometerse a probarlo y posteriormente aplicarlo.


¿En qué consiste realmente el Aprendizaje Experiencial?

Implica aprender a través de la actividad. En un aprendizaje planificado (cursos, talleres, etc.), la primera actividad suele ser una tarea grupal que se convierte en la plataforma para aprender. Después, los participantes se involucran cognitivamente en la reflexión y revisión: qué ocurrió durante la tarea y por qué.
Cada individuo es animado a comprender su propio papel y a identificar cómo podría haber aprovechado mejor su potencial.


¿Qué logra el Aprendizaje Experiencial?

El Aprendizaje Experiencial conduce a cambios reflexivos y planificados basados en modificaciones en el enfoque cognitivo y/o en el comportamiento. Estos cambios se logran porque cada persona desarrolla una comprensión personal de lo aprendido, identificando y entendiendo:

  • qué cambios son posibles o apropiados,

  • cómo se pueden realizar,

  • qué beneficios podrían aportar,

  • cuál puede ser su impacto.


¿Un ejemplo de cómo funciona el Aprendizaje Experiencial?

Quizás recuerdes un momento en tu vida en el que seguiste una instrucción, actuaste y solo después te diste cuenta de que la habías interpretado mal, haciendo lo incorrecto.

Al reflexionar sobre esa situación, quizás comprendiste que no aclarar una instrucción verbal puede llevar a acciones equivocadas. De esa experiencia podrían surgir ideas como:

  • pensar cuidadosamente en lo que se pide antes de actuar (autocuestionamiento interno),

  • repetir la instrucción con tus propias palabras y confirmar si es correcta,

  • hacer preguntas abiertas en lugar de cerradas al pedir más información.


¿Cómo conduce el Aprendizaje Experiencial a la mejora personal?

Tras la reflexión y revisión, la nueva comprensión y conocimiento del participante se prueban y afinan en “situaciones de aprendizaje” antes de desarrollarse plenamente en la vida diaria.


¿Puede cualquiera aprender de manera experiencial?

Sí. La capacidad de aprender de forma experiencial es innata: todos la usamos en la infancia. Sin embargo, a medida que crecemos, nuestro interés en aprender puede disminuir, por lo que en ocasiones es necesario reactivar esa motivación.


¿Qué sustenta un Aprendizaje Experiencial exitoso?

Dos factores clave:

  • Tareas o plataformas de aprendizaje adecuadas para desarrollar el aprendizaje.

  • Una facilitación eficaz de todo el proceso.


¿Qué hace que una tarea sea “adecuada” para el Aprendizaje Experiencial?

Las tareas adecuadas involucran y estimulan a los participantes de manera que puedan “ser ellos mismos” mientras trabajan con otros para lograr objetivos. Normalmente estos objetivos son comunes, aunque no siempre.

Al inicio, es mejor que las tareas no requieran conocimientos técnicos, que sus resultados sean irrelevantes y que no haya “soluciones correctas”. De este modo, se generan oportunidades de aprendizaje sin que cuestiones técnicas distraigan la reflexión.


¿Cuánto duran las tareas de Aprendizaje Experiencial?

Algunas tareas excelentes duran apenas 5 minutos, otras más de una hora. Lo importante es recordar que la tarea es la plataforma de aprendizaje, pero el aprendizaje real se desarrolla en la reflexión y el análisis posterior.

Por lo general, el tiempo de reflexión dura tanto como la propia tarea. Así, la actividad completa (tarea + aprendizaje) suele llevar entre 2 y 3 veces la duración de la tarea. Todas las actividades de MTa incluyen tiempos de referencia.


¿Ventajas y desventajas de actividades más cortas o más largas?

Tareas cortas pueden:

  • introducir conceptos y habilidades simples (p. ej., escuchar, expresar ideas),

  • encadenarse para reforzar o construir aprendizaje,

  • aportar ritmo, movimiento y diversión antes de un análisis más profundo,

  • insertarse en reuniones de trabajo para resaltar problemas de proceso que afectan al rendimiento del equipo.

Tareas largas pueden:

  • abrir un abanico amplio de temas,

  • explorar temas complejos en mayor profundidad (p. ej., toma de decisiones, negociación),

  • enfatizar puntos que en tareas cortas podrían pasarse por alto,

  • revelar problemas subyacentes que tardan en salir a la superficie (p. ej., frustraciones individuales),

  • desarrollar comprensión de cuestiones complejas (p. ej., gestión de conflictos).


¿Es mejor usar una tarea larga o 2 o 3 más cortas?

No hay reglas fijas, pero:

  • Una secuencia de tareas cortas permite a los participantes probar lo aprendido en la siguiente actividad y da más flexibilidad al facilitador para decidir la siguiente en función de la revisión de la anterior.

  • Una tarea larga ofrece oportunidades de aprendizaje más evidentes para los participantes, porque los problemas dentro del grupo tienden a amplificarse con el tiempo.

  • Las tareas cortas permiten al facilitador orientar el aprendizaje con más precisión y abarcar más terreno, especialmente con participantes más hábiles.

  • Con participantes menos experimentados, puede ser más fácil facilitar el aprendizaje tras actividades más largas, porque los comportamientos menos útiles se hacen más notorios con el tiempo.


Martin Thompson

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Participantes involucrados en actividades de Aprendizaje Experiencial, colaborando y resolviendo desafíos reales.