¿Por qué las soft skills son las nuevas hard skills?

¿Por qué las soft skills son tan deseables y están ganando importancia?

Durante mucho tiempo las hard skills fueron el principal foco de los profesionales de la formación, pero los enfoques y actitudes hacia el desarrollo del talento han cambiado mucho con los años. A medida que la responsabilidad en la toma de decisiones se distribuye más y más, y nuestro mundo se vuelve cada vez más complejo, la importancia de actitudes colaborativas y de habilidades efectivas de liderazgo y trabajo en equipo se hace más evidente.

Podemos mirar, por ejemplo, las “cinco disfunciones de un equipo” de Lencioni para ver lo fundamental que es la confianza en el rendimiento de un equipo, o leer “The Young and the Clueless” de Harvard Business Review para conocer cómo las malas habilidades interpersonales en un líder por lo demás prometedor pueden generar un gran caos en una organización. Pero antes hay una pregunta más fundamental que abordar.


¿Qué son las soft skills?

Existe un riesgo, cuando hablamos de soft skills o exploramos la “inteligencia emocional”, de que la gente haga una de estas dos cosas:

  1. Desconecte, porque lo perciben como algo vago e intangible que no entienden ni consideran necesario.

  2. Asienta y siga leyendo, suponiendo que todos entendemos lo mismo, aunque quizá no sea así.

El Oxford English Dictionary define soft skills como:

Atributos personales que permiten a alguien interactuar de manera efectiva y armoniosa con otras personas.

Yo lo matizaría un poco más: todos tenemos cierta capacidad de interactuar con los demás con distintos niveles de efectividad y armonía. Sin embargo, nadie puede agradar a todo el mundo todo el tiempo. Todos podemos mejorar nuestras posibilidades de interactuar eficazmente aumentando nuestra autoconciencia, entendiendo mejor nuestro impacto en los demás y desarrollando habilidades personales que nos den más oportunidades de interactuar de forma efectiva y armoniosa.


¿Por qué son tan importantes estas habilidades interpersonales?

Pongamos un ejemplo. Imagina que tienes que elegir entre dos asesores financieros. Ambos cobran la misma comisión, tienen la misma cualificación y ofrecen los mismos productos de inversión. ¿A cuál acudirías?

  • ¿Al que te recibe con amabilidad, te hace sentir cómodo, te explica las cosas a tu nivel sin ser condescendiente ni abrumarte con tecnicismos?

  • ¿O al que te habla con un guion monótono, termina la reunión bruscamente y ni siquiera sonríe o comprueba si sigues despierto?

Seguramente elegirías al primero, porque te hace sentir relajado, en confianza y de su lado. No tendría sentido lógico elegir al segundo salvo que supieras que sus resultados serían significativamente mejores.

Pero no es solo en escenarios de ventas o de cara al cliente donde importan las soft skills. Otro ejemplo:

Contratas a una desarrolladora brillante para tu web de ecommerce. Sus hard skills son indiscutibles. Le das un nuevo proyecto para mejorar la experiencia de compra. Recibe un documento de requisitos, trabaja dos meses en las nuevas páginas y… los resultados no llegan.

¿Qué pudo fallar? Entre otras cosas, la falta de habilidades interpersonales como:

  • Aclarar el briefing, hacer preguntas y verificar requisitos para asegurar comprensión.

  • Identificar y cuestionar requisitos que no coincidían con las necesidades del cliente.

  • Comunicar proactivamente avances y solicitar aprobaciones durante el proceso.

Aquí vemos que no solo importan las hard skills y soft skills, sino también la actitud y el comportamiento personal. Esa es la diferencia entre un perfil que entrega resultados brillantes y otro que se queda corto.

Según un estudio, el 44% de los ejecutivos en EE. UU. creen que hay una carencia de soft skills en la fuerza laboral actual. Y el 64% cree que esto reducirá la inversión en la economía estadounidense.


¿Y qué pasa con el futuro?

El entorno laboral moderno evoluciona a gran velocidad.

El Future Work Skills Report del Institute for the Future predice que factores como los avances tecnológicos en análisis de datos, inteligencia artificial e interconectividad global, junto con la longevidad y diversidad de la fuerza laboral, definirán las habilidades más demandadas. La tecnología avanza tan rápido que es difícil prever qué traerá el próximo cambio.

¿Seremos reemplazados por máquinas? En parte sí. Muchos empleos desaparecerán, pero muchos otros, que aún no podemos imaginar, surgirán. Lo que sí se puede anticipar es un nuevo entusiasmo por el aprendizaje continuo y una mayor necesidad de soft skills, aquellas que las máquinas no pueden replicar.

El gran diferenciador entre humanos y máquinas es nuestra capacidad de interactuar, generar confianza, construir relaciones e influir en los demás. De hecho, un estudio de universidades británicas (2018) identificó diez habilidades clave para la fuerza laboral del futuro, que se leen como una lista de imprescindibles en soft skills: comunicación, toma de decisiones, trabajo en equipo y liderazgo.


Implicaciones

Lejos de ser algo vago, innecesario o en vías de extinción, las soft skills son críticas para el rendimiento personal y organizacional, y serán aún más valiosas en el futuro.

Por eso tiene todo el sentido invertir en programas de desarrollo de soft skills efectivos si quieres que tu organización prospere ahora y en el futuro.

Gemma Nightingale


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